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martes, 27 de noviembre de 2012

La humanidad se da a conocer a través de EchoStar

El proyecto, denominado The Last Pictures (Las Últimas Fotografías) supone enseñar nuestro álbum de fotos a un visitante que se acerca por primera vez al planeta Tierra. Esto es lo que somos, para bien y para mal. Durante unos cuatro años, un equipo formado por artistas, geólogos, matemáticos, filósofos, etc... seleccionó las fotografías que ellos creían más representativas hasta quedarse con 100. En la colección de imágenes se encuentran el retrato de los utensilios que se utilizaron para la construcción de la bomba atómica, una tormenta de arena, un tornado, el retroceso de los glaciares, las pinturas rupestres de Lascaux o el lanzamiento de la cápsula Soyuz. También puede contemplarse un barco varado, el viento entre las ramas de los árboles o la famosa tormenta de polvo de asoló Texas en la década de los años 30. Entre las imágenes que nos reflejan como un espejo, tambien hay un grupo de huérfanos refugiados en su primera visita al mar o unos inmigrantes tratando de cruzar la frontera de México con EE.UU. Algunas escenas son grandiosas, otras cotidianas.

Desde los discos dorados dentro de las naves Voyager con el dibujo de un hombre y una mujer desnudos y nuestra «dirección» para encontrarnos en el espacio, parece que seguimos sintiendo la misma necesidad de lanzar al Universo, como si fuera un mensaje en una botella. Quizás, dure lo suficiente para que alguien, aún un desconocido, sepa quiénes somos o, si este encuentro ocurre dentro de mucho tiempo, quienes fuimos esos seres que habitaron el planeta Tierra. El caso, de una u otra forma, es perdurar en el tiempo y en el espacio.
 
Aquí el ejemplo de algunas de las imágenes realizadas: